El Ayuntamiento de Calanda ha llevado a cabo una serie de mejoras en el Calvario con el fin de dotar al emblemático lugar de toda la belleza y armonía que requiere.

En primer lugar se ha distribuido por todo el sendero la canalización de tuberías para poder regar por goteo los pinos y cipreses, así como la renovación con plantas autóctonas de lo que será la jardinería del recorrido.

Igualmente se han instalado varios focos de luz eléctrica en las zonas de sombras para alumbrar debidamente el paso de la procesión.

Pero las novedades más importantes van a ser, por un lado, la eliminación de la cuesta de bajada desde la última estación, por una nueva con menos pendiente que empalmará con la calle que sube al Cabezo y a las piscinas. Y por otro, la noticia es que en lo sucesivo el Calvario ya no estará, durante la procesión del Vía Crucis, iluminado por antorchas, éstas van a ser sustituidas por candelabros con velones llenos de queroseno que arderán con unas mechas, resistentes al viento y a la lluvia.

Con todas estas novedades, y otras más que irán llegando, el Calvario capuchino del siglo XVIII mostrará todo su esplendor.